El Silencio Administrativo

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El silencio administrativo es un principio del derecho administrativo español que regula qué sucede cuando la Administración Pública no responde en el plazo establecido a una solicitud o recurso presentado por un ciudadano. Este mecanismo, contemplado en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común, busca garantizar que la inactividad de la Administración no deje al ciudadano en una situación de indefensión. En esta entrada, explicaremos en qué consiste el silencio administrativo, sus tipos, los efectos prácticos, la importancia de contar con un abogado aunque no sea obligatorio, y algunas conclusiones para los afectados.

¿Qué es el silencio administrativo?

El silencio administrativo es la respuesta ficticia que la ley atribuye a la Administración cuando esta no resuelve una solicitud o recurso dentro del plazo legal establecido. En otras palabras, si la Administración no emite una resolución expresa, la ley interpreta esa falta de respuesta como una decisión implícita, que puede ser favorable o desfavorable según el caso.

El silencio administrativo está regulado en los artículos 24 y 25 de la Ley 39/2015 y se aplica tanto a procedimientos iniciados por los ciudadanos (como solicitudes de licencias, subvenciones o autorizaciones) como a recursos administrativos (alzada, reposición, etc.).

Tipos de silencio administrativo

Existen dos tipos de silencio administrativo, dependiendo de la naturaleza del procedimiento:

1. Silencio positivo:

  • En este caso, la falta de respuesta en el plazo establecido se interpreta como una resolución favorable al solicitante. Es decir, la solicitud se considera aceptada.
  • Se aplica, por ejemplo, a solicitudes de autorizaciones, licencias o certificaciones, salvo cuando la normativa específica disponga lo contrario o cuando exista un interés público superior (como la protección del medio ambiente o la seguridad).
  • Ejemplo: Si solicitas una licencia urbanística y la Administración no responde en el plazo, se presume concedida (si la normativa no indica otra cosa).

2. Silencio negativo:

  • Aquí, la falta de respuesta se interpreta como una denegación de la solicitud o recurso. Es el tipo de silencio más común en los recursos administrativos (como el recurso de alzada o reposición).
  • Permite al ciudadano acudir a la vía contencioso-administrativa para impugnar la decisión implícita.
  • Ejemplo: Si presentas un recurso de alzada contra una sanción y no obtienes respuesta en tres meses, se considera desestimado.

Los plazos para que se produzca el silencio varían según el procedimiento:

  • Solicitudes: Generalmente, tres meses desde la presentación, salvo normativa específica.
  • Recursos de alzada: Tres meses.
  • Recursos de reposición: Un mes.

Efectos prácticos del silencio administrativo

El silencio administrativo tiene consecuencias importantes para el ciudadano:

  • Silencio positivo: Permite al solicitante actuar como si la autorización o beneficio solicitado hubiera sido concedido. Sin embargo, es recomendable obtener un certificado de silencio positivo para acreditar esta situación, ya que la Administración podría intentar desconocerlo.
  • Silencio negativo: Habilita al ciudadano para acudir a los tribunales contencioso-administrativos sin plazo alguno, ya que si no le exigimos a la administración que cumpla con su obligación de resolver, no podemos obligar al ciudadano a actuar dentro del plazo de dos meses. También permite presentar recursos administrativos adicionales en ciertos supuestos.

Es fundamental verificar si la normativa específica del procedimiento establece un tipo de silencio diferente o excluye el silencio administrativo, como ocurre en materia tributaria o de seguridad social en algunos casos.

La importancia de contar con un abogado, aunque no sea obligatorio

Aunque la gestión del silencio administrativo no requiere obligatoriamente la intervención de un abogado, contar con un profesional especializado en derecho administrativo es clave por las siguientes razones:

  • Interpretación correcta del silencio: Un abogado determinará si el silencio es positivo o negativo según la normativa aplicable, evitando errores que puedan perjudicar los derechos del ciudadano. Por ejemplo, un silencio positivo mal interpretado puede llevar a actuar sin autorización real.
  • Gestión de plazos: Los plazos para considerar que se ha producido el silencio y para actuar en consecuencia (como presentar un recurso judicial) son estrictos. Un abogado garantiza que se respeten y que no se pierdan oportunidades procesales.
  • Preparación para la vía judicial: En caso de silencio negativo, el abogado preparará una estrategia sólida para el recurso contencioso-administrativo, recopilando pruebas y argumentos que refuercen el caso.
  • Obtención de certificados: Un abogado puede solicitar un certificado de acto presunto (en caso de silencio positivo) o gestionar comunicaciones con la Administración para aclarar la situación, reduciendo riesgos de conflictos futuros.
  • Asesoramiento estratégico: En algunos casos, puede ser más conveniente esperar una resolución expresa o presentar un nuevo recurso en lugar de actuar basándose en el silencio. Un abogado evaluará la mejor opción según el caso.

En definitiva, el asesoramiento legal aporta seguridad y eficacia, especialmente en un ámbito donde un error puede tener consecuencias económicas o legales significativas.

Conclusiones

El silencio administrativo es una herramienta esencial para proteger los derechos de los ciudadanos frente a la inactividad de la Administración Pública. Sin embargo, su aplicación depende de la normativa específica, los plazos y el tipo de procedimiento, lo que puede generar confusión. Por ello, contar con un abogado especializado, aunque no sea obligatorio, es altamente recomendable para interpretar correctamente el silencio, gestionar los plazos y preparar una estrategia adecuada, ya sea para hacer valer un silencio positivo o para impugnar un silencio negativo ante los tribunales.

Si has presentado una solicitud o recurso y la Administración no ha respondido, no dejes pasar el tiempo. En nuestro despacho, te ofrecemos asesoramiento personalizado para gestionar el silencio administrativo y defender tus intereses. Contacta con nosotros para resolver tus dudas y tomar las medidas necesarias.